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Konodai

Otros

En las puertas y ventanas

Nos segmentamos en brazos

De otros

Mientras

Los ojos de Demócrito

Nos corrompen

Las vendas

La vendas postradas en las láminas de los pueblos

Mis orillas; la piel muerta de las cebras

Corre sed de salmos

Renace el poro inquieto en las páginas manchadas de plumas

En representación del único cuervo

Cuervo en representación de la muerte viva

El sentido se detiene en las posibles figuras de los cerros,

Muchos átomos son negados, muchos se confabulan en su destrucción

Otros llevan puntos suspensivos a su nueva raíz carmesí

y

Nos segmentamos en un vuelo unísono en fase inexistente

A veces la piel se extiende

Se ríe del balcón

Las horas cuelgan en las puertas y ventanas

Se mueren entre pedazos de pan

Es simple;

dos alas

dos infinitos

Los cerros nunca

  Los cerros no están

Los cerros nunca están solos.

 

El huésped

El ave deja las manchas recorridas en los rodillos del hogar

agujereando las últimas salivas en el cenicero

La estancia sucumbe otros pies mientras

el polvo se delinea en un cielo cubico

portando nietos consumados

Otra grieta atora las voces de un dialogo,

que los extraños no conocerán,

pintan sus paredes,

se observan en los espejos,

sutilmente van cavando el tiempo,

ocultando la resurrección de un moribundo

 A todas las mañanas , les falta un soldadito antípoda de Mefistófeles

Por las ventanas se tienden las cortinas del eclipse, ahora

los nidos de estación dejan los arcos sin sueños,

carcomidos de Ayer

Vuelan como un verso

Tejiendo en las nubes la figura de la antigua ave azul

Y nada crean, ni conocen la casa del mañana

No más humo en las tuberías, tampoco la novena sinfonía

Hay risas sin luceros, brazos que no saben del temblor

Es té de agujeros que no se podrán pintar

Hay un cuarto y suenan todavía los cascarones de tus órganos inertes.

La madera mi lienzo

Trastes de aserrín rodean los pies del hombre

Sus uñas jardineras lijan rosas de Rodin

Y en la tosquedad de sus manos se transforma el algodón

Acaricia rostros,

sueña en las cuerdas,

 viaja en busca de una calandria

 siempre vuela preguntándose el destino

Alumbra su casa con tizas y números

El alba le sonríe para pedir otra canción, se mece en la entrada,

 se tumba

¡no llores la tarde!

La tiza vuelve a su casa, las cuerdas siguen temblando

El hombre canta en su melancolía, es el niño del campo

coleccionista de piedras y contador de eucaliptos

Amigo de los molinos,

 Caminante de ríos que reflejan sus ojos, alguna vez

aquel hombre les donó sus lágrimas en sequía

Las piedras húmedas comparten sus huellas, comentan su fuerza, acurrucan la espina en su espalda

Los troncos hacen de su llegada un anuncio eterno en el recorrido de una niña

De unos niños

Los escondites siguen con sabor a caramelo, humean la seriedad de las conjugaciones

Cohetes de sonido

El día y la noche leen sus cartas, mientras la madera es perfilada en los acústicos de la guitarra

 Esas manos escriben hacia otra tierra,

He comprendido que hay muertos vivos

Como vivos muertos

Las letras encarnan una aurora segmentada en la niña

En los niños

Una puerta abre el bosque del amor,

Las grietas se han tatuado en sus dedos

La callosidad revolotea en las maderas vivas

El hombre no sopla en su sierra, toca y vive

Porque en la niña y los niños hay un carpintero

 Bajo los capulíes,

Hay un hombre

 En cada troco que fue versado en lienzo

Anidando su silencio

He comprendido que hay muertos vivos

Como vivos muertos

Porque en la niña y los niños

Un hombre rodeado de aserrín

Vive.

 

Viaje

Lagunas

A veces el puente

A veces yo

Me rompo en sustancias de angustia

A veces el ocaso me parte en mi lado más rastrero:

Deambulando los pétalos del río que renacen en el mármol

 suenan cloacas

Las ranas beben vino y escupen mis lágrimas, en la profecía los búhos toman otro ruido y lloran mi cornisa desgarrada

En mí Solo brotan gusanos

A veces me busco en los puentes que asesinaron a los ocasos, no me encuentro en el reflejo de los postes

A veces el puente tiene un hermano

A veces yo:

Quiero llorar

 

El mar no está en mi casa

Las gradas de búsqueda son espacios para conjugar seres arquitectónicos

El púrpura de las torres y el esclavo de su lugar abren sus puertas, para poder discernir la conjugación de láminas en el cielo

Pronto será el día, aún sin la estrella dorada, la luz de los autos fingirán la señal de una calle Tacna, indicando volveré al  camino

Otro retorno sin encontrar

Otro pupitre sin esquinas, dónde nacen los estados de desquició como la longevidad de los brotes al mecerse en cavidades diseñadas por holocaustos

Con similitud de cavernas

Sobre cactus

Otras rocas anuncian el camino, su camino,

¿Es solitaria la espera?

Como incertidumbre de un recuerdo en medio de los delirios consonantes que nunca pintaron en los lienzos del artista

Hoy

Sin embargo

Algo emerge del mar

Ámbar y celeste han dejado manchas  en el cielo.

Soy ciego

Te llevaré conmigo Babel

Biblioteca divisora, portadora de sustancias ficticias y réplicas de las cenizas de mayo

Los agujeros del sueño son tus únicos puntos en secuencia de aquel ser humano que percibió todo dudando de su muerte

Corre hacia las grietas de polvo canónicas vistas por ellos, pierde el rastro de la herencia penurica

Sentados sobre los rostros del césped, lloras y hurtas la casa de cartón

De noche y temblando duermes con el sol, con la tempestad del animal confundido por insectos que vuelan

Y

Las sombras colgadas en el perchero cosechan los presos del aguacero

Abre la luz

Abre la puerta

Mis ojos están abiertos

Dobla los pies que escondes en los escombros de las lombrices

Cubre cada abertura del destino, de los pasos olvidados en el olivo de mi hogar

Recuerda que los duendes te cedieron mis ventanas con innumerables acumulaciones de espanto

Oye la cigüeña del viento

Roza sus plumas

Ella muere en tus párpados.

 

Resaca

En la abertura de tu boca

Me recuerdo

Como el brote de la fumarola de algún volcán

Tras repetir las consonantes que caminan sobre ti y tus rastros expuestos al rencor

Estás mañanas

Por cada chispeante susurro del cielo

Te delineó

Para dejar otro trozo de mí en la orilla de tus manos

O

En el puerto de tus pies

Solos

Solo estoy desintegrando ramas color canela que me fundan tu recuerdo entre esos bordes pronunciados con orificios que escapan las tintas Y los sellos de mi tacto lunar

Yo, un gnmo tuyo tal vez me encuentro en la abertura de tu ausencia que beso

Ahora.

 Uno

Me conceptualizo hormiga

El formicido deambula

Debajo el condicionamiento clásico se torna de piso

Letras negras siendo recorridas reclaman ser amapolas

Solo cuervos y nidos de paloma acompañan al formicido

En un momento ya son plural:

Formicidos

Cuál arquetipo en términos filosóficos

Mismísimo contangente en una función tangente

La equidad perfecta que rebosa ejemplar

Y pronto delirios míos

Me niego

Me niego

No soy un heminóptero

Heminóptero clasificación de insecto

Humano hormiga

Heminóptero hombre

Ahora el recorrido deja de ser imperfecto

El formicido me acompaña

Estoy en el hormiguero

Ahora soy una trabajadora más

Ahora

Me conceptualizo hormiga.

La muerte de un pentágono

La duda asiste por la miopía que aún rememora tus fachas,

Son de repente los monaguillos dando ahincos en las entrada,

Quizás es mi ebriedad por el vino del padrecito,

Podrían ser las puertas que se abren y sueltan triángulos,

Algunas ideas circulan con libertad,

Mangas sumamente planchadas llegan con pulcritud extendiendo mis retinas,

Tal vez es la Dicloxacilina de las dos

Me esmero

Te reconozco

Son cinco lados uniidos a mis cinco vértices

Es mi convexo congruente

La iglesia hace mención de los vagabundos

Me formo en la cola del perdón de los pecados

Tus pupilas se sonrojan

Doblo el cuello de tu camisa

Me regalas un botón

Formamos dos lados y dos vértices

Pinchas la luna en mis ojos

Un hidrógeno más dos helios

La duda se esfuma

La miopía se cura

Es mi pentágono

Nos cosemos en el mismo cuero

Ahora formamos dos lados y dos vértices

El padrecito lanza una despedida en dirección al cielo

Un pentágono

Ha

Caído.

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Experto en SEO y posicionamiento web en Google, apasionado por los algoritmos de los motores de búsqueda y analista de marketing cultural.

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